Descabalado y surrealista (la enésima a Don Mariano)

NOTA: Se debe tener en cuenta que ésta es la última entrada. Por lo tanto, si se desea conocer la verdadera secuencia de este BLOG, habrá que acudir, primero, a las entradas más antiguas -la primera es del día 1 de septiembre de 2010. 
Además, Ófisis, el único ser viviente aun en esta historia (Sísifo sólo convalece en un estado fantasmal), continúa su crónica concisa en http://torresmasaltas2.wordpress.com/
 
E-mail: balzuel@gmail.com

Excelentísimo:

No me está leyendo, lo sé... Ninguno de su aparato lo estará haciendo. No se crea que "me chupo el dedo", no señor... Y no lo digo porque -evidentemente- no me estén atendiendo a nada de lo que les comento o propongo; sino, más bien, porque me los imagino con cosas más importantes entre manos. Reconozco, además, que no se podrán permitir que "arengas" tan desmoralizantes como las mías les distraigan.
    ¿Saben?: cuentan con el chollo de un pueblo que les "entiende", que se pone en su lugar (además de haberles votado, previamente... ¡Ah, la grandeza de la democracia!). Y me siento aliviado, cada mañana, al despertar (si es que he conseguido dormir toda la noche, hasta la misma amanecida), cuando compruebo que no soy Don Mariano Rajoy, ¡para qué mentirle!...  
    Todo esto se lo digo en serio, y no se crea que no le respeto: no podría sentir más empatía que la que siento, se lo digo de corazón... El problema es que parece que la reciprocidad, en estas circunstancias, no parece darse en absoluto. ¡Pero qué esperar de los que hace años se alejaron del "pueblo llano"!... Es un hecho, Señor Presidente, no se ofenda: años luz nos separan, como ya le dije misivas atrás.
    Estaba pensando, hace unas horas, en qué contarle a usted que ya no sepa; o en algo que le pueda importar lo más mínimo, además de no saber de ello... Estaba dándole vueltas a una especie de "fábula" semi-verídica, como la vida misma, acerca del pariente que se enriquece comprando a 5 y vendiendo a 15 y más tarde a 25 y luego a 40... La fábula sigue, más o menos, con ese pariente rico, quien contrata al pariente pobre, por cuatro perras; y se cuenta cómo, con el tiempo, el sueldo del modesto no se incrementa, aunque el rico decuplica y, más tarde, cuadruplica esos beneficios -ya previamente multiplicados por diez- y se compra tres casas, ocho coches y hasta un yate, pero el sueldo del pobre asalariado se estanca... Los coches son alemanes y japoneses, y el yate italiano o francés, no sé... La fábula indaga sobre la legitimidad de un pobre demasiado exigente, como encaramado a una cierta soberbia proletaria, que no parece entender la "ley de la oferta y de la demanda" (en este caso, la de la mano de obra, que, no nos engañemos, siempre sobró en este país), ni la ley sagrada del beneficio empresarial: sin más sentido éste que acumular para la legítima adquisición de casas, coches y yates, al parecer... Y de estas cosas iba la fábula semi-verídica que aun no le he escrito.
    Le decía que hace unas horas me perdía en reflexiones en torno a las calles medio vacías de mi ciudad (en pleno verano) y la gran cantidad de genios, científicos, inventores y Premios Nobel que ha dado un pueblo más bien pequeño, como es el escocés: en qué tienen que ver cosas tan dispares como las que le refiero... Parece difícil encajarlas, pero, si se para un instante, se dará cuenta de que ciencia, codicia sin sentido, el bosón de Higgs (escocés de adopción, sí) y las calles tristes, saturadas con carteles de "SE VENDE" o "SE ALQUILA", guardan algún tipo de vinculación "poética", no sé si me explico...
    La verdad es que estoy convencido de que hay algo más que "poesía" (descabalada o surrealista) en lo que nos rodea: como buen observador que me considero, creo que las bases del conocimiento, de la empresa HUMANISTA y AMBICIOSA (en un buen sentido del término), influyen en el aspecto de las calles, de las gentes, en su felicidad, en su futuro, en TODO... Lamentablemente, en este país ha habido demasiado aficionado a los "pelotazos", a la ostentación "exprés", al desprecio al que se esfuerza en algo que vaya más allá de unos pocos meses o años. Se ha "desincentivado" la modestia, la labor callada y pausada de los que conciben la vida en términos de lustros, décadas o, incluso, generaciones; la de ésos que se exigen a sí mismos algo más, siempre: algo sólido, algo ético, algo social, algo nuestro (de TODOS), algo creativo y competitivo... Nos hemos conformado, en el mejor de los casos, con montar una especie de "empresa multinacional de servicios", nutrida por herramienta, maquinaria, medios de transporte, software y hardware siempre o casi siempre importados...
    Los alemanes deberían estar aliviados por no tener en nosotros un competidor serio, a estas alturas (me temo que nunca lo seremos, está claro); pero el caso es que quieren, al menos, que les devolvamos lo que nos prestaron, ¿verdad?... Y es evidente que ya no querrán dejar más dinero ni ceder inversiones a quien perdió su tiempo, su oportunidad, su ocasión histórica de salir de la mediocridad y de la indolencia endémicas... Ésa ha sido nuestra responsabilidad, nuestro error... ¡EL SUYO, señor Presidente!: el de su partido, el de la mayoría de nosotros... 
    Lo malo es que, con lo que están haciendo ustedes en estos días, lo están poniendo aun peor y aun más difícil (si cabe). Por este camino nos llevan al desastre; y ustedes lo saben, no me cabe la menor duda... La pregunta clave es: ¿POR QUÉ?... ¿Qué ganan ustedes?: ¿tiempo?... Tiempo, ¿para qué?...